Las estudiantes organizadas nos sumamos a la Huelga de enseñanza del 21 de Octubre convocada por CGT. Llevamos años viendo cómo nuestra educación se vende a las empresas, erradicando nuestras capacidades y automatizando nuestro aprendizaje. Actualmente, con la excusa del COVID-19, tratan de silenciarnos a nosotras y a las trabajadoras de los centros para no poder organizarnos y luchar por una educación de calidad. Por lo tanto, desde el movimiento estudiantil autónomo exigimos:
1. UNIVERSIDAD PÚBLICA Y GRATUITA
Nos encontramos con que los servicios básicos están externalizados en manos de capital privado (otra manera de desviar fondos públicos a empresas privadas), y las tasas son cada vez más altas, muy por encima de lo que una enseñanza pública debería permitir.
2. TASAS
A pesar de estar pasando por un momento de dificultad, las tasas en las universidades públicas no bajan si no que se mantienen al mismo precio que cuando era presencial, aun usando la mitad de los recursos académicos y pagando nuestros propios ordenadores. Las tasas imposibilitan el acceso a las universidades de otros sectores de la población convirtiendo la universidad pública en un lugar elitizado y homogeneizando el perfil de las estudiantes. No olvidemos que para las estudiantes extracomunitarias esta violencia en forma de tasas se cuadruplica permitiendo que únicamente las personas migrantes provenientes de familias pudientes tengan acceso a la universidad. No queremos becas que nos hagan competir las unas contra las otras, queremos que el acceso a la educación sea gratuita y pública en todas sus dimensiones.
3. RECUPERACIÓN DE NUESTROS ESPACIOS
En las universidades se han cerrado los espacios comunes: bibliotecas, comedores, césped/parques y espacios de reunión públicos. En contraste, las cafeterías están desbordadas. De esta forma la universidad se ha reducido a la asistencia a clase y al consumo. Nosotras reivindicamos los espacios de enseñanza como lugar donde aprender tanto dentro como fuera de las aulas. Queremos una universidad crítica, que esté a las necesidades del pueblo y que tenga en cuenta las realidades sociales.
4. EDUCACIÓN DE CALIDAD
También denunciamos al equipo de Manuel Castells y su plan neoliberal para desmontar la universidad pública. Castells está utilizando la excusa del COVID-19 para poner en práctica una enseñanza digitalizada y aislada de la realidad. Esta estrategia ideológica acentúa el modelo de enseñanza individualista, convirtiéndonos en herramientas vacías de capacidad de protesta contra el mundo que se nos viene encima. Faltan fondos invertidos en la mejora de calidad de educación (profesorado, PAS, personal de limpieza); sin embargo, no parece que falten para contratar más seguridad. No queremos más represión, queremos más educación.
5. ELIMINACIÓN DE LA REPRESIÓN
Nos venden miedo para obtener obediencia. Dicen que estas medidas son por nuestra seguridad, sin embargo, el ratio de alumnos por clase, tanto en institutos como en universidades, no ha bajado. En las cafeterías, bares y casas de apuestas parece que el virus no es capaz de acceder puesto que allí las medidas de seguridad ya no son importantes. Los parques los han cerrado pero, desde los barrios obreros, lxs trabajadorxs podemos subir a metros abarrotados para servir a las clases más pudientes. Han destinado en la comunidad de Madrid más 3 millones y medio de euros en la policía pero, sin embargo, no hay presupuesto para rastreadores y contrataciones de personal sanitario.
6. ASEGURAR UNAS CONDICIONES LABORALES DIGNAS
El modelo neoliberal universitario está generando cada vez más precarización a las trabajadoras de los centros: profesoras, PAS y PDI. Las estudiantes nos solidarizamos con ellas en sus reivindicaciones y exigimos unas condiciones laborales dignas.
¡ (A)rriba las que luchan !